El valor del barril de Brent, que sirve como referencia en los mercados de Europa, experimentó una fuerte bajada del 6.5% el viernes pasado, situándose en 65.58 dólares, lo que significó una reducción de más de 4.50 dólares en comparación con el cierre de la jornada previa. Este descenso en los precios del petróleo es consecuencia directa de las medidas tomadas por China contra los Estados Unidos, después de que Washington anunciara nuevos aranceles.
El gobierno de China resolvió establecer un arancel del 34% sobre los productos que se importan desde Estados Unidos, como respuesta a las tarifas equivalentes que la administración estadounidense había implementado con anterioridad. Este conflicto comercial, el cual ha escalado durante los meses recientes, ha afectado no solo las relaciones entre ambos países, sino también los mercados a nivel global. La decisión de China, que entrará en efecto el 10 de abril, ha producido una considerable incertidumbre en el ámbito financiero, generando caídas en diversas bolsas internacionales, incluyendo la de Londres, donde las acciones de las principales empresas petroleras también sufrieron impactos, mostrando pérdidas mayores al 6%.
En las dos últimas sesiones, el precio del Brent ha descendido más de un 12%, pasando de 74.95 dólares a los 65.58 dólares. Este descenso ha sido impulsado por las preocupaciones de los inversores, quienes temen que la intensificación de la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo pueda desencadenar una recesión global. Además, las medidas arancelarias también han afectado la demanda de crudo, especialmente en economías emergentes asiáticas, que son claves para el consumo global de petróleo.
La preocupación se agrava con la reciente medida por parte de OPEP+, encabezada por Arabia Saudita y Rusia, de incrementar la producción de petróleo en 411,000 barriles diarios desde mayo. El propósito de este aumento es mitigar la baja en los precios del crudo, aunque expertos advierten que podría ser contraproducente si el consumo mundial no se recupera. La acción de OPEP+ también muestra las perspectivas variadas en el mercado, donde las indicaciones de un crecimiento económico débil y una posible disminución en la demanda de petróleo influyen en las decisiones de los productores.
A pesar de que las importaciones de petróleo, gas y productos refinados no enfrentan aranceles en Estados Unidos, la incertidumbre creada por estas medidas continúa influyendo en los precios del crudo. Los expertos indican que las políticas comerciales de Trump, que imponen un arancel general del 10% para diversos productos y del 20% para ciertos artículos de la Unión Europea, podrían desacelerar el crecimiento mundial, afectando finalmente también al sector energético.
Por otro lado, la OPEP+ había tomado la decisión de reducir la producción de petróleo en años anteriores con el fin de impulsar los precios al alza, pero los resultados no fueron los esperados debido a la débil demanda. En ese contexto, el aumento en la producción busca estabilizar los precios, aunque no se espera que esta medida sea suficiente para contrarrestar los efectos de la guerra comercial.