La reconocida firma japonesa de cosmética ha logrado revertir sus pérdidas del año anterior, reportando ganancias al cierre del primer trimestre de 2025. Este resultado positivo marca un cambio relevante en la evolución financiera de la compañía, que había atravesado un periodo complicado debido a múltiples factores, incluyendo tensiones comerciales internacionales, inflación y alteraciones en los hábitos de consumo.
Durante este periodo, la empresa alcanzó beneficios netos por encima de los tres mil millones de yenes, dejando atrás el saldo negativo registrado en el mismo trimestre del año anterior. Esta mejora se ha producido en un entorno global desafiante, caracterizado por la desaceleración del crecimiento económico y un consumo más moderado en mercados clave como China y Estados Unidos.
Pese a este repunte en los beneficios, los ingresos totales experimentaron una disminución interanual. El descenso de las ventas fue atribuido, en parte, a una menor demanda en el extranjero y a cambios en las dinámicas de compra de los consumidores, especialmente en el turismo internacional que, aunque en recuperación, mostró signos de transformación respecto a años previos.
El mercado doméstico, sin embargo, se comportó de forma relativamente estable. Japón experimentó un leve crecimiento del consumo interno, en parte impulsado por un aumento notable en el turismo. Este repunte de visitantes internacionales se tradujo en un incremento de las ventas de productos cosméticos en puntos estratégicos, como aeropuertos y grandes almacenes.
En contraste, las ventas en otras regiones mostraron comportamientos mixtos. En China, uno de los principales mercados para la compañía, se observó una continuación de la recuperación tras las restricciones pandémicas, pero con señales de fragilidad por el persistente bajo nivel de confianza del consumidor. El resto de Asia-Pacífico mantuvo un rendimiento moderado, mientras que Europa, Oriente Medio, África y América reportaron cifras más contenidas.
La compañía consiguió además bajar de manera notable sus costos operativos, lo que ayudó a elevar su rentabilidad. Esta reducción en los costos se dio gracias a una combinación de elementos, incluyendo una estrategia de optimización en la fabricación y gestión, junto con acciones para controlar los gastos en logística y distribución.
A pesar de la complejidad del entorno económico, la compañía mantiene sus previsiones para el ejercicio fiscal. La dirección sigue confiando en cerrar el año con cifras similares a las del periodo anterior, con ingresos ligeramente por debajo pero con una mejora en los beneficios netos atribuidos. Además, la firma prevé mantener su política de dividendos, con una distribución prevista para el segundo trimestre que, sumada al dividendo final, igualaría el reparto realizado en el ejercicio anterior.
Los analistas observan con atención el desempeño de la compañía en los próximos meses, ya que representa un termómetro de la recuperación del consumo en el sector cosmético de lujo en Asia y otros mercados clave. La apuesta de la marca por reforzar su presencia digital, lanzar nuevos productos adaptados a las tendencias actuales y mantener una estrategia financiera prudente podría ser determinante para consolidar este cambio de rumbo.