Las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas se mantienen entre las menos rentables de la Unión Europea, con una rentabilidad sobre el capital del 6,1%, superando sólo a Italia (5,9%) y Croacia (4,2%). Este dato refleja los continuos retos a los que se enfrentan estas empresas en el contexto económico europeo, en contraste con otros países como Bélgica (13,6%), Portugal (8,8%) y Francia (7,2%).
Además, la productividad de las pymes españolas registró un preocupante descenso del 3,3% en el primer trimestre de 2024, lo que supone el quinto trimestre consecutivo de descensos interanuales, según un estudio de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME). ). Esta tendencia es un 2,8% inferior al volumen medio de ventas por asiento respecto al mismo periodo de 2019, el año anterior a la pandemia.
Impacto de la productividad y los costos laborales
La disminución del volumen de ventas por empleado aumenta los costes laborales por unidad vendida y afecta negativamente a la capacidad de recuperación de las empresas. Desde 2011, las pymes han experimentado una caída de la productividad del 13,1%, mientras que la media fue del 2,1%.
En términos de rentabilidad sobre activos (ROA), aunque hubo una mejora anual en el primer trimestre de 2023, la estimación preliminar para 2024 muestra un aumento hasta el 4,1%, ligeramente por encima del nivel de 2019 del 4,6% frente al 3,8%.
Ante esta situación, CEPYME ha llamado a las autoridades a tener en cuenta la caída de la productividad antes de introducir una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, advirtiendo que una medida de este tipo, sin un periodo de ajuste previo, podría empeorar la situación económica de Pymes.
Aumento de los costes laborales
El estudio de CEPYME constató también que los costes laborales totales de las pymes aumentaron un 4,7% anual, lo que supone diez trimestres consecutivos de incrementos superiores al 5%. Este incremento se debe en parte al aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) y a otros costes laborales como prestaciones y horas extras. Desde el primer trimestre de 2021, el incremento acumulado de los costes laborales fue del 21,7% en las pequeñas empresas y del 15,9% en las medianas.
En el primer trimestre de 2024 se produjo un aumento anual de los costes laborales del 4,8% en las pequeñas empresas y del 4,6% en las medianas empresas. La brecha salarial entre las pequeñas y medianas empresas se ha reducido y es un 18,9% menor en las pequeñas empresas.
Empleo y financiación
Pese a estas presiones, el empleo en las pymes creció un 2,7% en el primer trimestre de 2024. Las medianas empresas registraron un aumento del 3,8%, mientras que las pequeñas empresas registraron un crecimiento del 2,2%. Sin embargo, este aumento del empleo no se tradujo en un aumento correspondiente de las horas trabajadas debido al aumento del ausentismo.
En términos de financiación, la tasa de interés promedio para las pymes fue del 4,91%, la segunda más alta desde marzo de 2009. Si bien el volumen de nuevos préstamos bancarios mostró una tendencia al alza, ajustado por inflación, fue menor que en cualquier trimestre entre 2015 y 2019. Las PYME también se enfrentaron a problemas de solvencia a medida que aumentó el número de procedimientos de insolvencia y el número de deudas incobrables.
Contexto económico general
A pesar de estos desafíos, la situación económica general está mostrando signos positivos. Organismos como el Banco de España, la OCDE, el FMI o la Comisión Europea han elevado sus previsiones de crecimiento de la economía española hasta el 2,5% para 2024. Este entorno favorable debería permitir abordar la mejora de la productividad empresarial, un reto destacado por el Gobierno de España como prioritario.
El gobierno ha identificado la mejora de la productividad como uno de los desafíos clave a abordar, con estrategias destinadas a modernizar el país y reducir los desequilibrios macroeconómicos y estructurales.